martes, 12 de mayo de 2009

Tecnología: ¿buena o mala?

Este pasado fin de semana he sufrido "dos pequeños encontronazos" con la utilización de la tecnología. En concreto, con los teléfonos móviles.
El sábado acudí al concierto de Lenny Kravitz en la plaza de toros de Zaragoza: la proliferación de gente grabando el espectáculo es algo increible, roza lo esperpéntico. ¿Alguno de los usuarios de tan modernos aparatitos se realiza alguna de las siguientes preguntas?:
  • ¿Voy a utilizar esta grabación, por lo general de calidad ínfima, con alguna finalidad positiva (y añado, con alguna finalidad)?
  • ¿Estoy cometiendo alguna ilegalidad cuando grabo el espectáculo?
  • ¿Estaré molestando a alguno de los espectadores del concierto (que ha pagado la entrada tan religiosamente como yo)?
Sinceramente, las dos primeras respuestas me importan un comino; la tercera me incumbe un poquito más, yo soy el espectador al que estás fastidiando la visión del concierto (y tu falta de educación es acuciante).


Imagen del Puenter del Tercer Milenio en el proceso de construcción

La otra situación que me ha invitado a la reflexión tiene tintes un poco más desagradables: El viernes por la noche un individuo ascendió a la parte superior del Puente del Tercer Milenio (creo que con intenciones no muy buenas para su salud). Era increible la cantidad de gente que se dedicaba a grabar a dicho individuo, mi pregunta es ¿para qué?: ¿morbo? ¿tener el mejor vídeo de una persona cayendo al vacío desde una gran altura?¿para ganar un premio al vídeo más gracioso?
Cona algunos de mis compañeros de trabajo he mantenido diálogos sobre la bondad de redes sociales, Internet y algunas "nuevas tecnologías". La respuesta a ese debate la tengo muy clara: el problema no es la tecnología, el problema somos nosotros.

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